lunes, 17 de marzo de 2008

LOCURA TORNASOL...

La locura empieza, como lo había anunciado, era la luz que se aproximaba sin remedio. Todo comenzó esta madrugada alrededor de las 2:30 a.m. Como de costumbre soñaba contigo, te miraba sonriente y con la misma picardía de siempre, no hubo palabras, no se necesitaban. Recuerdo tus besos, esos besos oníricos que en medio de la luna amanecida depositaste en mi boca. En ese momento te ame. Al abrir mis ojos apresuradamente, te amo. No me importa lo que piensen los demás. Estoy en el punto donde mi razón ha entrado en coma, y donde mis sentidos te buscan con una vehemencia sobrenatural. El tiempo me devora, la distancia se hace mayor, tus desplantes y tu nuevo amor se han cansado de danzar frente a mí, pisoteando la punta de mis zapatos, salpicándose de mis eternas lágrimas, y por más que pasa y pasa, no lo puedo evitar, es inútil dejarte de amar.
Mi locura tornasol, el juego entre amarte y odiarte, ha tomado un tono dorado. Mi mano luce de nuevo aquella pieza de mil líneas y de hojas de otoño que alguna vez me hizo sentirme tuyo. La apreso entre mis dedos, la miro, me renuevo en sus destellos, y te siento aquí. La quiero llevar de nuevo, mi tacto la extraña, te extraña a ti. De nuevo estas junto a mí, con ella, te puedo sentir. No te preocupes nada pasó, el tiempo no es nada. Quédate a mi lado, como alguna vez lo prometimos, hasta más allá de la piel. Te prometo, que nunca más la separé de mi mano. La llevaré, porque nuestro lazo fue algo más que palabras, fue un pacto, un pacto celestial. No importa, si unos días te amo, y en otros te quiero olvidar. Lo importante es que mi locura es tornasol, y que siempre del amor al odio, entre tu y yo, habrá tan sólo un pequeño paso mi amor...

1 comentario:

Diana Milena dijo...

Un solo paso amor... uno solo y todo cambia, para atras, para delante, para un lado, para el otro. No se de que sea cuestión, de clavos, de tiempo, de lagrimas, de distancia; yo solo se que duele pero que eso se pasa, por alguna razón se pasa. Te quiero mucho!