sábado, 8 de marzo de 2008

SI, A TI TE HABLO...


Escribiendo por una razón, por un ideal, por la amistad. Hoy escribiendo por ti, mi bella y alocada amiga. Muchas veces te lo he dicho, he confesado que más que tu amigo me siento tu hermano, una parte de tu ser. Dios enloqueció en un momento lejano, entre el barro y la manzana, y al parecer sí creo una versión femenina de mi costilla has sido tú. Me alegra tenerte cerca, me maravillas con tus palabras, tus locuras, tus metáforas adheridas a la belleza sin igual de tus ojos. Me encanta cuando ríes, cuando gritas, cuando lloras. Mirarte es ver el sol en blanco y negro, la luna en llamas y los seis colores del océano multiplicados por mil. Mirarte, no se compara con escucharte, una versión única de lo que podrían ser las más profundas reflexiones, lo jamás escuchado y el amor hecho palabra.

Hoy me siento impotente ante tu situación, sé que tu corazón ha sido robado, que tu mente se ha traicionado a si misma, que has sido acariciada, besada sin estar ahí. Conozco la razón de tu desazón. Conozco en la inmaterialidad esos ojos de los que se has sido victima, esa mirada que logró desnudarte, y a la que consideres lo suficientemente diferente como para no lanzarte. No sé que podría hacer, aparte de lo que hago. Intentar llamar la atención de alguien, esperando que comprenda que tu tibia y coralina piel le espera. Que tus símiles arden por demarrarse en sus oídos y que tus labios con desespero insisten en tatuar los suyos.

Si, a ti te hablo. A ti corazón lejano, amigo en la distancia. Compañero de retóricas, finas palabras y elocuentes frases. Cómo a veces podemos ser tan ciegos. Cómo la literatura, la universidad, el arte y la ciencia se pierden en lo que todos podemos saber, en lo que se encuentra en los libros, y nunca podrían enseñar lo que ella si haría, lo que ella mejor que nadie te enseñaría. Los sentimientos, el corazón a mil, la piel, la mirada, la brisa derramada y la palabra sin metáfora no se enseñan, se aprenden cuando se es lo suficientemente sensible y especial para descubrir en los cristales de la mirada la voluntad plena, de aquella que lo haría todo por ti….

2 comentarios:

Milena Restrepo dijo...

Para decirte, mi hermano del alma y el corazón, cualquier cosa es poca. Soy yo? pues no creo valer tan sublimes palabras; mi piel se estremece, mis sentidos son vulnerados y de estos mis ojos, tus ojos se ecurre una lagrima. Gracias? es poco, todo es poco porque poder entender mi alma como la entiendes es un regalo que Dios me dio solo a mi. Te quiero, demasiado para ser terrenal, mi hermano, mi amigo, mi mucho... Un beso.

HannaLuna dijo...

Dito que post taaan relindo...
Y sí.. tan sublimes palabras no pueden ser pa nadie mas q pa la mie.. Q se merece lo mejor del mundo...
Lindo muy pero muy lindas palabras
mmuaak