viernes, 14 de mayo de 2010

CUÉNTAME ALGO TAMBIÉN...


¿Quién dice qué te metes dónde no debes?, algunas veces es un placer hablar un poco de mí. Al estilo narciso de Piaget o la imagen frente al espejo de Lacan hay días, hay motivaciones que te llevan a contar, cómo, dónde y qué ven tus ojos. Realmente es la primera vez que me lo preguntan, a excepción de mi mismo. Todo comenzó como un juego, una forma de pasar unas vacaciones de invierno, pero se tornaron otoño, luego verano, hasta un punto donde cobraron vida propia, separándose algunas noches de mi alma, formando su propia estación y creando los lagos de letras que tú conoces. Cada palabra, cada frase, es como un sueño. A veces colorido, otros tantos teñidos de rojo y algunos con el sonido de pelotas que rebotan sin cesar, mientras un niño se pierde entre risas y manías. No soy más de lo que ves, o debería decir de lo que intuyes, porque como dicen por ahí, “la verdad es invisible a los ojos”, creo que algunos remplazan la palabra “verdad” por “belleza”, pero sin importar el cambio la frase sigue teniendo un verdadero sentido. Soy un ser humano de letras, la palabra me cautiva, una frase con sentido logra someter mi atención, arrestar mis sentidos. Aunque, en ocasiones soy un hombre de miradas, de miradas como el Pastor de Coelho que descubrió el amor en unos ojos oscuros, desconocidos, frente un pozo. Una mira profunda, inquieta, cargada de sentimiento y con los visos de la ternura multicolor, logrará mil cosas en mí, desde uno de mis versos y hasta una de mis noches recordando su estático cuerpo sobre aquel muro. No sé mucho de política, pero podría hablar de ello sin parar, sé de color, pero nunca he pintado más allá de las temperas, sé de nadar y a veces puedo hacerlo sin parar, esperando que en algún punto el agua desaparezca o me funda en ella. Hay personas que logran algo en mí, algunas con un simple gesto, otras con sólo mirarlas, pero realmente son muy pocas. Mi color favorito no es el verde, hace unos días empecé a verlo diferente, a notarlo, soy monocromático, prefiero el blanco y negro, como dice mi mamá el blanco combina con el cielo y el negro con mis ojos. ¿Alguna duda?, casi sonrió imaginando tu respuesta, visualizando el gesto. Como ves no es un problema escribir, por el contrario, es algo que disfruto. Sabes, me gustaría contarte algo más, pero cuéntame algo también…

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