domingo, 6 de abril de 2008

EMBRIAGADO...

Aún con el alcohol recorriendo mi cuerpo debo confesarme. Anoche, entre copa y copa tu imagen se hizo visible de nuevo en mi mente. Esta madrugada te lloré por millonésima vez. Regalé mis labios buscando tus sabores. Extrañé todo de ti, en especial tu compañía, tus abrazos, ese calor que me hacia sentir tan seguro, y que ahora es el frío de la soledad que danza entre mis días. Me sonrió al pensar en lo entupido que soy. Cómo puedo anhelar una enfermedad, un virus que lleva tu nombre y que se esfuerza por mantenerse en mi sangre. Pero si, me hiciste tanta falta, que no hay palabras para describirlo, sólo lagrimas que se deslizan al compás de la luna, sólo llanto que con los segundos me hace sentir más solo y desesperado. Qué me esta pasando, si el tiempo todo lo cura, si la distancia todo lo borra. Qué me esta pasando que te necesite de nuevo, que ansié tu cuerpo, tus calidas, blancas y suaves manos deslizándose una y otra vez por mi pecho. Me odio por ser tan frágil. Te puedo escuchar, con la brisa cayendo cobre el teclado, como rocío salpicando mis manos, siento tu terciopelo aquí, consolándome y diciendo que todo estará bien. Ahora siento que no puedo más, que por ti todo lo haría, aunque apelo a la racionalidad y sé que hay mucho más para vivir, pero en este instante, hoy, me duele el cuerpo, siento débiles mis extremidades, y es porque te necesito, te quiero aquí conmigo, sin ti parece no haber vida, sin ti sólo soy un títere que cuelga de una cuerda, y que suplica por que se rompa, que ruega por tener la fuerza para destruirla el mismo con un corte vertical y definitivo. No quiero más, no me siento capaz, me estoy ahogando en la llovizna de mis parpadeos...

No hay comentarios: