viernes, 11 de abril de 2008

CONJURO: TABLA Y PIEDRA...


Hay tantas cosas en mi cabeza, y por alguna razón he descubierto que sigues estando ahí. El tiempo ha hecho su tarea, o debo decir que la esta haciendo, poco a poco los motivos para amarte han ido desapareciendo y al avanzar del calendario surgen aquellos que me llevan a preguntarme, ¿qué vi en ti? Creo que fue la soledad, transformada en un amplio mar, en el cual no me quería ahogar, y necesitaba con urgencia una tabla para sujetarme, sin importar si esta estaba podrida o astillada por la sal, esa tabla fuiste tú. Es raro que la soledad siendo mi fiel compañía me haya pagado con tan mala pasada.

No estoy para juzgarme a mi mismo, aunque reconozco que en ocasiones, sobre todo en las noches lluviosas, tu imagen corroe mi cabeza, y me acerca a la locura. Te doy un consejo como el amigo que nunca llegaré a ser para ti, en esta etapa de mi vida no te convengo, me he vuelto peligroso, en mis momentos de cordura, cuando el aparente amor no me ciega, deseo con todas las fuerzas que llegues a necesitarme con la suficiente vehemencia como para caer de rodillas a mis pies. Esta imagen la repito una y otra vez. Has logrado reavivar lo peor de mi, los enormes deseos de venganza, pero no quiero una fatal, quiero llevarte a la locura, apelar a la indiferencia, simplemente mirarte como quien tropezó con una piedra, seguir caminando, evolucionando hasta alcanzar los cielos, mientras la piedra siempre quedara ahí, en medio de soles y tempestades, mirando hacia arriba, esperando quien será el próximo que se apiade de levantarla.

Y si, a veces te extraño, en otras creo amarte, reconozco que todos los días te pasas por mi mente una y otra vez, pero por alguna razón tu ruta hace algún tiempo te lleva a mi cerebro pero no se estaciona muy seguido en el corazón, ni quebranta las nubes que conforman el iris de mis ojos. Si, algo sucede. Algo muy malo para ti se aproxima, no llega aún, pero cada día se siente con más claridad, es el olvido. Aquel que será la desgraciada para ti, cuando algún día mires al cielo, luego bajes la vista hasta tu espejo, para darte cuenta que fuiste, eres y seguirás siendo la tabla podrida y la piedra con la que muchos tropezaron, pero que ninguno se llevó a su casa…

1 comentario:

HannaLuna dijo...

me encantó la frase final. Eres la tabla podrida con las que muchos tropezaron pero ninguno se llevo a su casa uuuuuiisssssshhhhhhhh.
Buenisimo
Un abrazo my love. picos pa ti muaaaak