miércoles, 14 de mayo de 2008

EL REGALO PERFECTO

Decir lo que siento me haría débil a mis propios ojos. Qué decir entonces. No hay necesidad de decirlo, basta con expresar que fue como un puño a pecho abierto, directo al centro del maltrecho corazón. La verdad me sorprendió, ese tipo de jugadas no se esperan de alguien como tú, o al menos de alguien que creí que eras. Un jaque mate que degolló la cabeza del rey frente a los ojos de su amada. Me equivoque. Gran equivocación la que se comete a veces, errores que no perdonan, pero que sirven para aprender. Esto puede continuar como puede terminar. En medio de baladas mis sentidos no son certeros, y el cerebro juega en el pentagrama, saltando los argumentos y dando espacio al vaivén ambiguo de mis expresiones. El código se hace evidente. Parafraseo de unas mezclas que ocultan el sentido, que guardan en los armarios de los diptongos lo que nunca se aceptará y aquello que jamás se extenderá como la tela transparente frente a la soleada ventana. Ya no estés triste amor, no hay porque estarlo. Nunca he dicho ser perfecto. La perfección no es humana, y lejos estoy de tus galanteos mutantes que te hacen tan disímil a este pobre hombre de enorme humanidad. Nunca intenté parecer perfecto, pues lo imperfecto que soy me hará perfecto a los defectos de otro ser tan humano como yo, que en un día no muy lejano, encuentre el rompecabezas más bello entre sus virtudes, y mis temores, entre mis dones y sus pecados. El insulto es educado y fino, la ventaja de ser tan perfecto como Euler, se une e intercala entre el aparente escrito, pero se encuentra depositado en línea vertical y sumatoria exponencial, por lo que estoy seguro que sólo una mente entrenada en las artes de lo diferencial y lo vectorial podría encontrarlo, artes que has aclarado no son las tuyas ser de poca fe. La ironía es bella en tanto más delicada y sutil, hermosa cuando la ves y no descubres que es para tí, la ironía numérica es que lo que hoy lanzo desde la guarida de mi habitación, una ecuación que nunca descifraras, un cofre de 37 líneas que guarda un regalo de este hombre tan malvado como lado por lado imperfecto; para tu imponente, santísima y majestuosa "perfección"…

1 comentario:

VALENTIN dijo...

wow!!! ... pero la proxima vez que te vayas a perder por ahí, al menos avisa ... Bueno, mi cariño para ri de este lado. Espero que estés super bien!
Abrazos!!!